Las entrañas de Alcalá del Júcar

Nadie duda de la belleza de Alcalá del Júcar de sus calles, casas y monumentos. Pero cierto es, que si hay algo que la hace especialmente peculiar son sus cuevas.Dejamos la superficie, y vamos a conocer las entrañas de este pueblo.

Tres son las cuevas principales que podemos visitar:

Cueva del Diablo y Garadén, 

Un túnel de poco más de 100 metros nos conduce directamente a las entrañas de la Hoz del Jucar. Nos encontramos en la Cueva del Diablo, una excavación artificial construída a principios de s. XX y destinada a corrales y palomares de uso doméstico.

Las cuevas han sido restauradas y ampliadas por su actual propietario y en la actualidad son un restaurante y sala de fiestas.

La decoración es un tanto particular, podemos encontrar desde animales disecados, a aperos de labranza, así como objetos personales que formaban parte de la vida cotidiana hace unas décadas. Puede que te guste o te horrorice, pero seguro que no te dejará indiferente.

Liebre cazadora. Decoración Cuevas del Diablo

Aunque sin discutir la peculiaridad de la cueva, he de reconocer que lo más impresionante son las vistas que tenemos hacia el río, donde me sorprendió además del paraje que lo rodea, el color turquesa de sus aguas.

Vista del Rio desde la Cueva del Diablo

 Vista exterior del la cueva desde el Río Júcar

A través de la Cueva del Diablo accedemos a las

Cuevas de Garadén. Escavada hace unos 750 años, son las más antiguas de la localidad. En sus inicios fueron un puesto de vigilancia, para cobrar el tributo de paso a los viajantes que transitaban entre Castilla y Levante.

 Cueva de Masagó
Pionera en abrir al público, allá en los inicios de la década de los 60. Conserva el nombre original de su primer dueño, por decisión de los actuales propietarios.

Esta cueva alberga en su interior un museo de fósiles 

Además de un restaurante con comida típica de la zona, esta cueva es que alberga en su interior una interesante colección de fósiles y numismática

www.alcaladeljucar.net